No quemas a nadie por escribir: quemas por mandar mierda
¿Pero no quemas a tus lectores con un correo diario?
Me han hecho esta pregunta cientos de veces, te pregunto yo ahora:
¿Coca-Cola quita y pone el anuncio un día sí y otro no?
Esta semana no estamos al 100%… quita la publi que los vamos a quemar de impactos…
Suena gilipollas verdad… pues eso.
A ver. No quemas a nadie por la frecuencia de envíos.
Quemar, quemas cuando conviertes la bandeja de entrada de tu lector...
en una puta ciénaga.
No me lo digas.
Tienes el negocio cogido con pinzas…
Un día vendes, veinte no, y aun así te obsesionas con “yo no quiero ser pesado”.
Te tiras media hora decidiendo si hoy toca email o no...
Como si el problema fuese el número de impactos.
Y mientras, sigues sin decir nada que valga la pena recordar.
Lo que de verdad te da miedo no es mandar un correo diario.
Te da miedo sentarte delante del vacío. Descubrir que no tienes nada que decir.
Te da miedo no tener esa idea que le haga al lector pensar: “Joder, esto va conmigo”.
Claro, claro… entonces igual mejor semanal, para no saturar.
Perfecto. Semanal… para mandarle mierda más concentrada.
Atiende. La frecuencia no es una estrategia.
Es la consecuencia del valor que eres capaz de producir sin contarte gilipolleces.
Si no puedes sostener un email al día, quizá no necesitas “optimizar los envíos”.
Lo que necesitas es parar, pensar y construir algo que importe a alguien.
Y asumir que el problema nunca es la frecuencia…
Eres tú evitando la responsabilidad de tener algo que decir.
Cuando dejas de preguntar “cada cuánto”…
Y te atreves a preguntar “qué cojones le importa a mi lector”…
La frecuencia se vuelve irrelevante.
P.D. Mañana te cuento por qué te convences de que “hoy no toca”, aunque sabes que sí.
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